Bullying escolar
Introducción
Se dice que el acoso, maltrato, abuso u hostigamiento escolar ha existido desde hace muchos años, y se ha manifestado de diferentes formas e incluso podemos decir que se ha ido modificando o transformado con el paso de los años, los avances en la tecnología y los cambios sociales. Hoy en día estas practicas se han violentado más, han tenido un crecimiento asombroso y más aún han sido más agresivas, al grado de buscar el suicidio como solución para las victimas. El impacto que ha tenido esta situación ha generado que varios especialistas, investigadores, psicólogos y profesores, busquen soluciones al problema, como evitarlo y como detectarlo. Es por eso que en la actualidad conocemos al acoso u hostigamiento, como Bullying es el termino que se le ha dado a este tipo de agresión, que no solo afecta físicamente sino también psicológicamente.
El bullying o acoso escolar ha
existido siempre, pero afortunadamente ahora tenemos instrumentos para
detectarlo y conocimientos para prevenirlo y paliarlo. Hay muchas conductas
agresivas que no son en sí mismas fenómenos bullying, ni todas las conductas
que pueden describirse bajo esta denominación son de igual gravedad en cuanto a
los daños que producen. “Hoy sabemos que la convivencia en los centros
educativos está afectada de problemas sociales que van desde conflictos que no
se resuelven adecuadamente mediante el dialogo, hasta verdaderas conductas de
acoso y maltrato interpersonal que adquieren el peor de los matices. Tal es el
caso de problemas como la exclusión social, el hostigamiento, la intimidación y
en general el abuso de poder de unos escolares hacia otros” (Ortega, 2010). La
presencia de bullying en las escuelas pueden empezar desde algo pequeño como
una simple discusión que no puede ser resuelta adecuadamente hasta llegar a un
acoso extremo en el que es afectada la vida del acosado.
Hoy en día vemos diversas
situaciones a las que se enfrentan tanto alumnos como profesores y padres
debidas a casos de acoso escolar, de indisciplina, de problemas de adaptación y
de violencia. “La situación que vive el sistema educativo y diferentes
problemáticas con las que conviven los miembros de la comunidad educativa. Una
de ellas, quizá la más importante, son las situaciones conflictivas” (Barri,
2010). La realidad es que en la mayoría de las escuelas siempre habrá
situaciones conflictivas que se pueden solucionar con un simple dialogo pero si
no hay cultura de tolerancia, respeto y disciplina se puede generar el famoso
bullying.
El fenómeno del Bullying o Acoso
Escolar se ha ido construyendo en el interior de los centros escolares. Pero en
la actualidad se ha hecho más evidente. “Son muchos los padres, profesores y
otros profesionales, quienes dicen que se trata de algo que siempre ha
existido, pero las diferencias a nivel cualitativo y cuantitativo de los casos
tradicionales, son distintas” (Aneas, 2009). Aunque muchos opinan que el acoso
escolar ha existido desde hace mucho tiempo y que ahora lo único que se ha
hecho es ponerle un nombre específico (bullying), la realidad es que el nivel o
la magnitud de hostigamiento escolar ha sido más evidente y ha generado
consecuencias graves.
Una de las características que
acredita la existencia de un niño sometido a un cuadro de Acoso Psicológico en
la escuela o Acoso Escolar, es la duración en el tiempo, con el establecimiento
de un proceso que va a ir minando la resistencia del niño y afectando
significativamente a todos los órdenes de su vida (académico, afectivo,
emocional y familiar). “La existencia de una o más de las conductas de
hostigamiento internacionalmente reconocidas como tales. - la repetición de la
conducta que ha de ser evaluada por quien la padece como no meramente
incidental, sino como parte de algo que le espera sistemáticamente en el
entorno escolar en la relación con aquellos que le acosan. Son características
que acreditan la existencia de Bullying” (Veiga, 2012). En la actualidad ya hay
características reconocidas que comprueban que existe un problema de acoso
escolar. Una actitud que muchos pasan desapercibida, puede ser alerta de un
acoso que sufre diariamente un individuo y ya no como algo incidental.
En los últimos años se han
analizado factores del entorno familiar, social y educativo que contribuyen al
desarrollo del acoso escolar. “Se ha comprobado que existen una serie de
factores que protegen a los niños de convertirse en posibles víctimas o en
agresores y existen otros factores de riesgo que favorecen su aparición”
(Serrate, 2007). Con las investigaciones que se han realizado hasta ahora se
han obtenido resultados que nos señalan ciertas características que comprueban
la existencia de acoso escolar. Pero también se han dado consejos o pautas para
evitar este problema y tener una mejor convivencia.
El abuso es peor que un dolor de
muelas. Pero se puede evitar, para eso primero hay que saber cómo reconocer el
acoso escolar y las estrategias que funcionan de verdad a la hora de
combatirlo. “Si conoces a alguien que está harto de que se metan con él, de que
le empujen, de que le amenacen o de que se burlen de él. Probablemente esa
persona está sufriendo una situación de acoso escolar o “bullying” y necesita
tu ayuda” (Romain, 2010). Cuando seamos testigos de una situación de
hostigamiento escolar, lo mejor que podemos hacer es actuar al respecto,
denunciando al acosador o brindándole apoyo a la víctima.
La palabra bullying describe un
modo de trato entre personas. Su significado fundamental es: acosar, molestar,
hostigar, obstaculizar o agredir físicamente a alguien.
Para evitar el bullying escolar
se debe:
•Crear un entorno de clase donde
todas las personas se sientan seguras, aceptadas y valoradas.
•Detectar y empoderar a aquellos
alumnos y alumnas que sean víctimas actuales o potenciales de acosos.
•Detectar a personas acosadoras
reales o potenciales y hacer que inviertan su tendencia.
•Actuar eficazmente desde el
mismo instante en que tenga noticia de un incidente de acoso.
•Comunicarse con los padres y las
madres e implicarles en la labor de hacer de su clase una zona libre de acoso.
•Movilizar «a las masas» (de
testigos y espectadores) para convertirlas en detectoras y desactivadoras de
los incidentes de acoso.
“Cada día, en la escuela, hay
alumnos y alumnas a quienes otros compañeros y compañeras gastan bromas
pesadas, intimidan, acosan y hacen daño. El acoso escolar (bullying) es un gran
problema y usted puede hacer algo al respecto” (Beane, 2006). Con simples
acciones como tener el valor de hablar cuando somos testigos de un problema de
bullying o acoso en la escuela, contribuimos a disminuir el bullying y evitar
que los acosados sigan viviendo una mala experiencia.
Ante una situación de bullying o
acoso escolar se debe amparar a las víctimas y establecer procedimientos que
permitan abortar el inicio y la consolidación de las conductas violentas en las
aulas, porque es precisamente en esta violencia donde se encuentran el origen y
el arraigo del acoso. “Es cierto que la sociedad está y debe sentirse implicada
en la búsqueda de soluciones de este problema, pero no es menos cierto que la
mayor responsabilidad es de los padres y profesores, que son quienes
directamente tienen la voz y la acción educativa. No obstante en los casos
evidentes de acoso es el especialista el que debe tratar al acosador” (Teruel,
2007). Muchas veces los padres y profesores que están involucrados en una
situación de acoso escolar actúan ineficazmente por lo que se les hace más
responsables de que el problema no se solucione ya que son ellos los que
interactúan más con el acosado y el acosador.
Enmarcados en el ámbito de los
problemas de las relaciones interpersonales entre el alumnado y de construcción
social y psicológica de las conductas agresivas, constituyen ya hoy un fenómeno
diferenciado y estudiado en múltiples investigaciones en todo el mundo. “Los
fenómenos de acoso y maltrato entre escolares despiertan preocupación social y
concentran cada vez más atenciones y esfuerzos educativos. Incluso ya se ha
generado la puesta en marcha de diversos programas de intervención, así como
las primeras evaluaciones de su eficacia” (Martinez, 2007). El problema del
bullying es cada vez más frecuente en las escuelas por lo que ha sido necesario
buscar que es lo que está pasando en la actualidad, por qué se genera el
bullying, hasta dónde puede llegar y cómo podemos evitarlo.
CIP (Concienciar, Informar y
Prevenir) es un programa para combatir el acoso escolar, en el que sus
elementos están articulados como estrategias aplicadas a cada nivel de la
comunidad educativa (institución, padres, profesores y alumnado), que se llevan
a cabo en seis etapas que, aunque es conveniente su aplicación coordinada,
alguna de sus partes puede ser seleccionada de forma individual. “El programa
CIP para la prevención y el tratamiento del bullying, tiene como objetivo la
prevención de la violencia escolar en cualquiera de sus manifestaciones,
fortaleciendo las buenas relaciones entre los alumnos” (Santa Cerezo Ramirez,
2011). Este es un programa que se ha establecido gracias a las investigaciones
que se han realizado sobre el bullying. Así como éste se están haciendo otras
propuestas de proyectos que deben comprobarse para poder llevarlo a la
práctica. Obteniendo buenos resultados para mejorar la convivencia en las
escuelas.
Conclusión
Al acoso escolar se le conoce hoy en día como bullying escolar, termino con el cual nos referimos a todo tipo de agresión tanto fisica, como verbal y también psicológica. En los ultimos años las practicas de hostigamiento en las escuelas han aumentado y no solo en número sino también en que se han vuelto más violentas y por lo tanto han afectado más a la victima, la cual ha sufrido las peores consecuencias, en las que incluso ha llegado a la muerte. Afortunadamente ya contamos con métodos y estrategias para detectar a tiempo el bullying, evitarlo, controlarlo e incluso solucionarlo.